jueves, 8 de julio de 2010

ACCIÓN PROSTITUTA - ACCIÓN COLCHÓN

Tema: Ciudad y género - Espacio público-espacio privado

La ciudad está construida sobre la diferencia de género, los roles de actividades asociadas a los hombres y mujeres condicionan nuestra forma de vivir en ella. A la feminidad se le asigna el ámbito doméstico e íntimo y a la masculinidad el espacio exterior y el intercambio público, en palabras de Beatriz Preciado: "conviene aquí hablar de espacio privado y público como de categorías políticas construidas transversalmente a través de relaciones de género, clase, sexualidad y raza".

La mujer ha estado excluida históricamente del ámbito público y tan sólo se le ha permitido acceder acompañada o como prostituta, en la calle el hombre siempre ha administrado su presencia. A partir de la segunda mitad del s.XX la mujer empezó a romper con esta espacialización del género reivindicando su presencia activa en la calle y realizando una crítica a la domesticidad y estructura familiar heterosexual.

A pesar del tiempo que ha pasado desde este proceso de emancipación todavía hoy en día continúa este régimen de espacialización política del género a través de la arquitectura y el urbanismo. Los medios de comunicación así como la violencia imperante en la calle fomentan la percepción de peligrosidad del espacio público pues son frecuentes las noticias de acciones violentas contra las mujeres.

Frente a esta realidad no exenta de una cierta manipulación para fomentar el miedo y la reclusión de la mujer en el ámbito doméstico, en la acción que se presentó se proponía trabajar sobre la necesidad de "tomar la calle". Esto nos llevó a reflexionar sobre la compleja relación entre arquitectura y cuerpo, espacio y género y nos propusimos explorar la agresión que ejerce la calle sobre la mujer, la prostitución, los muros como metáforas arquitectónicas que nos hablan del aislamiento, la separación, de la espacialización política del género.

Nos propusimos realizar acciones de auto-agresión (alambre), de violencia hacia lo doméstico (hacia aquellos elementos simbólicos como el colchón que definen nuestra vida sexual) y acciones que evidenciaran los muros invisibles.

Este planteamiento se abarcó desde dos acciones diferentes:

ACCIÓN PROSTITUTA

Mery sentada entre la puerta de acceso al teatro y la calle ofrecía sus servicios como prostituta a los/as que esperaban para acceder al montaje, entregando una tarjeta de presentación con un texto de Virginie Despentes que decía: "Escribo desde aquí, como mujer poco seductora pero ambiciosa, atraída por el dinero que gano yo misma, atraída por el poder de hacer y de rechazar, atraída por la ciudad más que por el interior, siempre excitada por las experiencias e incapaz de contentarme con la narración que otros me harán de ellos

En el pasillo de acceso al teatro, se podía ver un vídeo en el que se entrevistaba a una prostituta de su pueblo, quien hablaba, entre otros temas, de la doble moral cristiana de los/as italianos/as y de la dignidad de su trabajo. La acción proponía una visión des-moralizante de la mujer que vende su cuerpo, deconstruyendo la idea de prostitución. También se pretendía transformar la percepción del espacio del teatro en prostíbulo para conectar este oficio con el de artista o actor/performer.

ACCIÓN COLCHÓN

Al acceder a la sala y tomar asiento el espectador asistía a una proyección del google earth del mundo girando sobre un cuerpo que dormía de espaldas y cubierto por una sábana. Al cerra la puerta se comenzaba un zoom que nos llevaba en cuestión de segundos de la visión global del mundo a la ciudad de Valencia para pasar a recorrer sus calles con street view. El recorrido se paraba en una puerta de una vivienda y se formaba un recuadro blanco que iluminaba la escena, como si desde el exterior y a través de las nuevas tecnologías se irrumpiera en el espacio más íntimo de la casa.

El recuadro de luz blanca sobre el colchón daba comienzo a una acción en la que la invasión violenta del espacio privado se representaba literalmente: cinco personas ocultas en la oscuridad de la sala se acercaban sigilosamente con un cuchillo en la mano hacia la durmiente, cuando la luz blanca abría el marco para incorporarlos al espacio, éstos se abalanzaban sobre el colchón para destruirlo a golpe de cuchillo dejando el cuerpo desnudo sobre la estructura de alambre del somier, simulando una violación física pero también una virtual, la que se experimenta entre el ámbito privado y determinados usos de la tecnología.

Se pretendía subrayar la transformación de la dicotomía entre espacio público y privado que se ha realizado con la incorporación de las nuevas tecnologías al ámbito de lo cotidiano, evidenciar cómo este proceso permite que se ejerza un control continuo de nuestra vida privada.

Cuando los agresores se retiraban, Elena, tumbada semidesnuda sobre los restos del somier, se vestía mientras se proyectaba, sobre un colchón colgado en la pared del fondo, un vídeo de la ciudad con imágenes de pies pasando por una calle muy concurrida. Elena retiraba los restos del colchón y salía a la calle mientras se proyecta el texto "La verdadera batalla se lleva a cabo en la calle, con la única arma de nuestra presencia ".

URBANALIZACIÓN: ACCIÓN COLCHÓN from ESCENOGRAFÍA. BBAA on Vimeo.



En esta acción se pretende abandonar el discurso victimista de quien ha sido agredida en su intimidad y obligada a recluirse en el ámbito doméstico, se apuesta por salir a la calle y reivindicar una presencia activa de la mujer en el espacio público. Se trata de subrallar la importancia del empoderamiento de la mujer, enfrentarse a esta violencia que se ejerce tanto en el ámbito privado como público de forma activa.

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